lunes, 14 de julio de 2008

La rotulación oficial en Cataluña vulnera sistemáticamente el bilingüismo

BARCELONA.- Una frase, contenida en un informe (de 2006) remitido por el Gobierno al Consejo de Europa, refleja la realidad del bilingüismo en Cataluña respecto a la rotulación y la señalización oficiales: "Asimismo, cabe decir que los topónimos tienen como única forma oficial la catalana y que la señalización de las carreteras es en catalán".


Carteles rotulados en catalán en Gerona. (Foto: Eddy Kelele)
Los poderes públicos de esta comunidad autónoma están excluyendo a marchas forzadas el castellano y el catalán campa a sus anchas.

El fenómeno de progresiva desaparición del castellano de los edificios públicos, señalización turística, informativa y de tráfico en beneficio del catalán no es más que una consecuencia de la legislación lingüística que rige en esta comunidad autónoma.

Si en la primera ley sobre este asunto, la de Normalización Lingüística de 1983, se conjugaba la simetría entre castellano y catalán como lenguas cooficiales, con el legítimo fomento específico de esta última, en la segunda norma, la de Política Lingüística de 1998, se produjo un salto cualitativo: los rótulos, señales y demás debían estar escritos "al menos en catalán". Ninguna referencia equiparable sobre el castellano.

La consecuencia es que ese 'al menos' se ha convertido en un casi siempre, y ha ido aumentando su ventaja progresivamente.

Así, a pesar de que, legalmente, los dos idiomas oficiales de Cataluña son el catalán y el castellano, el Ayuntamiento de Barcelona, prioriza de forma manifiesta el uso de la segunda sobre la primera en todas sus comunicaciones institucionales y en la gran mayoría de servicios municipales, también al alcance de legiones de turistas. En ningún caso el castellano figura como lengua única para la indicación de un determinado emplazamiento o servicio.

Fuente al Mundo

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